Hoy, se hace más que necesario asumir la educación financiera como un proceso que forme parte de la cotidianidad de todos para que nos apoye en la consecución de mejores oportunidades de ingresos monetarios y en la tan anhelada estabilidad económica.
Estamos en una economía que necesita avanzar en esta nueva etapa. Personas, organizaciones productivas, instituciones financieras, entes gubernamentales, requieren prepararse con herramientas educativas que permitan mover los procesos económicos y por ende del desarrollo social.
Algunos aspectos son:
Inclusión financiera
Poblaciones rurales o remotas, de escasos recursos, jóvenes y mujeres siguen formando parte de los segmentos de población que todavía están en alta exclusión financiera en algunas regiones de Latam. La formación es una herramienta para disminuir esta brecha.
Auge tecnológico
La pandemia suscitó el desarrollo y expansión de plataformas tecnológicas en tiempo récord. En este sentido, se presenta la tarea de disminuir la brecha digital en los segmentos menos atendidos, acercándolos al uso de los productos y servicios financieros digitales.
Salud financiera
Una crisis como la del Covid-19 significó momentos de incertidumbre para millones de hogares. Los índices de estrés en las personas se elevaron al no tener seguridad de cumplir con sus gastos básicos o deudas contraídas. El conocimiento de las herramientas adecuadas apoyan la consecución de la salud en este sentido.
Finanzas sostenibles
Se hace prioritario que la sostenibilidad forme parte de las acciones financieras de todos. Entender los problemas ambientales, como los que acarrea el cambio climático, nos lleva a poner en práctica iniciativas de finanzas sostenibles que toman en cuenta su impacto en la dinámica ambiental de las sociedades.
Desde el sector de la banca y finanzas asumimos el reto de esta nueva realidad, sabemos que una economía más consciente de todos los segmentos de población es prioridad. En definitiva los actores que intervienen en la dinámica social debemos trabajar de manera colaborativa por un desarrollo cada vez más inclusivo para lograr una recuperación económica amplia y estructurada.